martes, 6 de mayo de 2008

Arde el amanecer...



entre los restos

de unas copas

de rojo vino

y en este

real existir

mi espalda

se adormece

en tus fantasías,

si el afán

colisiona la piel.


La memoria

se fuga, con el beso.


En el deseo

imperan los pactos.


Augurio de tormentas

de un paraíso aplazado

se consume,

con lenta agonía.


Caricias reprimidas,

sueños furtivos

y una negra nube

recorriendo

mi tácita melancolía

se hace cómplice

de nuestra libertad.



Alenka

2 comentarios:

Jimena dijo...

Qué lindo poema.

Ay Ele, en este tiempo te convertiste en una parte de mi vida.

Te quiero tanto tanto.

Que no me caso de decirlo.

Gracias por bancar mis rayes!!! Y aconsejarme como a una hija! LO VALORO MUCHO MUCHO!

Siempre estoy!

Miles de besos, ABU!

Jime

ARAMIS dijo...

bello poema de manera singular
tiene cierto encanto de palabras
te saludo desde...

un mar de sentimientos.

Horas que recorren nuestra vida.